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jueves, 30 de junio de 2011

¿Que camino escoger?


      La vida siempre se las arregla para colocarnos en una encrucijada en más de una ocasión por lo que el autismo no escapa de esa regla y esto se evidencia desde el momento en punto que los eruditos  nos  anuncian el diagnostico sin escepticismos  ni  anestesia. ¿Qué hacer? ¿Qué camino escoger?
     Podemos comenzar a llorar  y  lamentarnos porque el hijo  soñado para el cual teníamos proyectados un sinfín de planes acaba de fallecer con tan cruel diagnóstico  y además de eso  dirigir nuestra  rabia  y  la culpa  a la familia del conyugue, a los antojos  y excesos  del  embarazo  o  por el contrario  disfrutar  el  nacimiento  de este  otro  hijo, este  que nadie  se  espera  y  jamás  piensa  que  le  va a tocar. Ese que  te toma  de la  mano desde  el  inicio sin  soltarte, para  que marches  con  él  y   junto   a  él  en  cada  paso, a  cada  instante,  en cada  cosa aprendida,  en  cada  experiencia  y  reto  que  les  ofrece  la  vida  en su  andar  por ella. Ese niño  te  mostrará  con  actos, más  que  con palabras,  otra  vida  y  un  mundo  nuevo  que solo  el  conoce  donde  te   necesita  y  te  quiere en el. Ese  niño  será   la  prueba  palpable  de  que  ¨la  tierra  de  nunca   jamás¨,  existe  y  que Peter  Pan, Campanita, Garfio  o Wendy  no  eran  solo  un cuento  de hadas. Con ese niño  aprenderás  realmente  a  valorar  las  cosas  simples, básicas, naturales  o  comunes  que  hacen  los  demás  niños  pero  que al  él  le cuestan  mucho  más  conseguirlas, es por  ello  que sus  abrazos  y  besos, si alguna  vez  logras alguno  serán  más  importantes   que  cualquier  titulo nobiliario  u  olímpico.
         Hoy,   no  estoy  resignado  que  mi hijo  tenga  autismo  y  tal  vez  nunca  lo esté, pero  aún  así   soy  un  padre  orgulloso  porque  cuando  escucho  de  sus labios llamarme ¨Papá´  o  siento  sus tiernos  brazos  alrededor  de  mi  cuello  y   su  melodiosa  risa   hace  sinfonía  armoniosa  con  su  picara  mirada , les  confieso que   desaparece  mi  estrés  y  el  concepto  de AUTISMO…  se  desvanece.

sábado, 11 de junio de 2011

Sensibilidad contra Profesionalismo


     El arte del magisterio o la capacidad para educar a las personas es, conjuntamente con la medicina, una de las profesiones mas antiguas, humanas y socialmente útil que existen. La misma se ha ido perfeccionando a lo largo del tiempo y para no quedar relegada ni marginada ante el resto de las disciplinas también ha incluido en su evolución y desarrollo todos los avances científico-técnicos del momento.
     Dependiendo del punto de vista con que se observe, esto ha favorecido o desfavorecido a la educación, más bien no a ella sino a las personas quienes se encargan de difundirla y hacerla valer. La ha favorecido porque gracias a todo el arsenal tecnológico de los últimos tiempos (computadores, internet, etc.) la visión del hombre nuevo se ha extendido, así como sus conocimientos y aspiraciones. Además de que las mismas llegan a más personas, de manera sencilla y personalizada. Pero la ha desfavorecido porque a medida que esta revolución informática a ganado terreno, la tendencia natural que tenemos los seres humanos a sentir emociones o sentimientos que no es mas que la sensibilidad, ha disminuido notablemente. Allí encontramos un sinnúmero elevado de profesionales muy bien preparados académicamente pero que no se sensibilizan con el problema o con la persona afecta, y el autismo no escapa de esta afirmación.
     ¿Cuántos galenos, psicólogos o psicopedagogos tratan a la persona con la condición de autismo como si fuese solo una simple historia clínica, un número o un paciente X?
     Sabemos que la inmensa mayoría solo basa la evolución de nuestros familiares con autismo en los resultados de agotadores test psicométricos, pruebas o exámenes complementarios abrumadores buscando probar nada, además de las  largas horas de espera y desesperación para asistir a una consulta que hasta para nosotros los ¨no autistas¨, nos resulta tedioso.
     No se colocan en el lugar del atendido; en lo que cree o quiere. No escuchan a los padres que son por demás las únicas personas que si los comprenden hasta cuando hablan algo que para el resto del mundo carece de sentido. ¿Por qué, quien mejor que nosotros para servirles de intérpretes a muchos de los cuales no goza de la fluidez o el don del lenguaje?
     ¿Por que se contradicen cuando plantean que cada persona con autismo es única y entonces evalúan a todos por igual?
     ¿Por que si supuestamente conocen que estas personas no pueden o no soportan esperar un turno los hacen realizar extenuantes  colas para atenderlos o evaluarlos en lugar de citarlos a una hora específica?
     Desafortunadamente la sensibilidad y la profesionalidad no siempre van de la mano, no sabiendo el profesional que el sensibilizarse con una persona, sus dolencias y vicisitudes lo hacen más humano y por ende lo exalta a la cima de lo verdaderamente profesional. La esencia y razón de todo profesional de la salud y la educación va dirigida a todo ser humano…por ende sean merecedores de tal legado.