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lunes, 21 de noviembre de 2011

¿QUE DUELE MAS?


Existen infinidades de dolores o daños que se le puede causar a un ser humano, los mismos van desde el daño físico propiamente dicho, y el cual no es el más común en estos días, hasta la segregación o exclusión por diferencias de raza, etnia, sexo, religión, discapacidades y muchas otras. Desde mi punto de ver las cosas, estoy totalmente de acuerdo con las personas que defienden el criterio de que el daño sentimental es más duradero y nocivo que el que se causa  en la humanidad o físico de alguien. En mas de una ocasión hemos escuchado, o tal vez dicho, ¨ prefiero una cachetada a una traición o a que me subestimen¨…

Les invito entonces a reflexionar en este tema y ajustarlo a nuestro bien común ¨EL AUTISMO¨. Cuando andamos por la vida llevando de la mano nuestro hijo con esta condición especial, nos enfrentamos (nosotros y ellos) a un sinfín de incomprensiones y rechazos solo por ser diferentes a lo que la sociedad marco como ¨NORMAL o COMUN¨  que aunque son conceptos muy diferentes se tiende a homologar. Nos lastima enormemente que no dejen participar a nuestro hijo en actividades propias de su edad porque no las realiza adecuadamente o simplemente las realiza con torpeza. Nos duele cuando son los niños los autores de este rechazo y de comentarios hirientes y ofensivos, pero los perdonamos e incluso los comprendemos porque son tan solo niños y no poseen conocimiento alguno sobre este complejo mundo; pero esta situación es mucho peor cuando son los adultos los que asumen esta misma postura e incluso apoyan a sus hijos incentivando en ellos el EGOISMO y EL SADISMO. Y digo SADISMO porque el divertirse y sentir placer con burlas y chistes tomando como punto de mira una discapacidad, no puede tener otro nombre.

Estoy convencido que todo esto es doloroso, pero poniéndome en el lugar de ellos, me dolería mucho más que todo el rechazo de todas esas personas que no conozco, el no ser aceptado por mis padres y familiares. Me dolería, aún más,  la lastima, la sobreprotección, el aislamiento, el confinamiento para evitar que otros me hieran, el negarme el derecho a la enseñanza, a valerme por mi mismo, y en su medida el ser independiente…
Si fuera yo el que presentara  autismo y pudiera expresarme les diría a mis padres:

…¨ GRACIAS POR PASARSE LA VIDA SOSTENIENDOME PARA EVITAR QUE ME CAIGA, PERO PREFIERO QUE ME ENSEÑEN A VOLAR…¨